Se acerca el inminente final de temporada. Último partido del mes de mayo y tres puntos en juego que pueden significar alargar la campaña un poco más o terminar en dos semanas. Visitamos al Sala Zaragoza, conjunto que no nos trae buenos recuerdos precisamente, puesto que nos eliminó este año en los octavos de final de la Copa de la Reina en la tanda de penaltis.

Llegaremos a este duelo tras un aciago empate en A Seca frente a la Penya Esplugues con el que perdimos el derecho a depender de nosotras mismas para quedar entre las cuatro mejores. Ahora, toca desquitarnos con un triunfo lejos de Poio, donde conseguimos 25 puntos (por 21 como locales).

La escuadra maña no jugó en la última jornada al no poder desplazarse a Melilla y suma 1 victoria y 4 derrotas en sus anteriores partidos. En sus tierras lograron 12 de los 21 puntos que acumulan. Es el club que marca la permanencia, pero aventaja en solo tres puntos a la Penya Esplugues.

El encuentro será el domingo a las 12:30 y supondrá una auténtica final para ambos. La expedición rojilla partió de A Seca en autobús a la una de la madrugada de esta noche de viernes para sábado. Viajaron todas las jugadoras menos Luísa.

En liga, solo hay un precedente en casa del Sala Zaragoza, que es la derrota por 2 – 1 del curso 2018 – 2019. Al año siguiente no fuimos por la cancelación del final del campeonato por el covid. Por tanto, de ganar, sería la primera vez allí. En cambio, contando con la primera vuelta de esta liga, son tres los duelos entre gallegas y aragonesas en Poio, siempre con triunfo conservero.