En los 26 años de vida de este club muchas personas han pasado por él, generando numerosas historias. Cierto es que algunas destacan, normalmente en lo deportivo, como que Teresa Abelleira se proclamase campeona del mundo de fútbol menos de diez años después de ser campeona de España cadete en 2016 con nosotras (también lo fue en 2015 y 2014, incluyendo en este último caso el doblete con el campeonato infantil).
Pero más curiosa es la progresión de una importante ex jugadora como Yoly Saa, ya que será una de las participantes en el próximo Benidorm Fest, que como todos sabemos, es la llave para representar a España en el festival de Eurovisión. En 2012, con 19 años, firmaba con la entidad rojilla procedente del Leis Pontevedra, para desempeñar el puesto de ala. Por tanto, integró la histórica plantilla que lograría el ascenso a Primera División esa misma temporada. «Ojalá sea este año» decía en alusión al ascenso, en una entrevista en el Faro de Vigo, en la que la música se notaba que era lo que más le gustaba y prometía componer el himno del club (estamos a tiempo de hablarlo).
Las crónicas lo presagiaban y el Diario de Pontevedra elogiaba su buen hacer futbolístico en un partido señalando que «fue puro coraje, lo peleó todo y lo ganó casi todo». Ahora, creo que ese «casi» lo podemos olvidar. El ascenso deportivo estaba acompañado del mismo en una carrera musical incipiente, que también compaginaba con los estudios de Educación Infantil. Sus primeras actuaciones, en locales de Poio y Pontevedra, estaban amparadas por compañeras y compañeros del club, como reza este artículo de La Voz de Galicia.
La 2015 / 2016 supuso su cuarta y última campaña en la entidad, tercera en Primera División. En la foto rescatada del Faro de Vigo, en la que ocupa el tercer sitio, por la derecha, en la fila delantera, también tenemos a Ale de Paz, recién llegada en su primera etapa como conservera.
Como ella comentó en varias entrevistas, lo dejó todo por un sueño, que era la música, y empezó de cero cantando en el metro de Madrid. Puede que no continuase en el fútbol sala, pero desdeluego que de su vida podemos aprender muchísimas cosas y, por tanto, la tenemos como un referente. Su ambición y perseverancia por dedicarse a lo que más quería está dando sus frutos y, desde el Poio Pescamar, queremos desearle toda la suerte del mundo. Quién sabe, quizá cumpla su promesa y gane el Benidorm Fest cantando el que será nuestro himno (nosotras también podemos soñar).